NUESTRAS SETAS
Puebla de Don Fadrique es conocida por los recursos micológicos de los que dispone, de hecho la recolecta de setas es uno de los alicientes y reclamos turísticos más importantes sobre todo en los meses de otoño. Así durante octubre y noviembre, dependiendo de cuando se hayan producido las lluvias estivales de agosto, los montes de Puebla y Almaciles son visitados por una gran cantidad de aficionados al mundo de las setas. Entre las especies que mayor trascendencia culinaria tienen y que se crían en los hábitats naturales de Puebla destaca por excelencia el guíscano (Lactarius deliciosus), cuyos hábitats predominantes son los pinares de pino carrasco (Pinus halepensis) situados en el Puerto del Pinar de Araceli y del Paraje de “Las Nablancas”, y los encinares de chaparro (Quercus ilex subspp ballota) situados a los pies de la Sierra de La Sagra, Jorquera, Fuente de La carrasca o Jorquera. También suelen criarse en parajes de monte bajo de jaras o estepas, tomillares o romerales. Otras especies de interés culinario, cuyo cuerpo fructífero (seta) emerge en otoño son el “hongo” o champiñón silvestre (Agaricus arvensis), el “pie de perdiz” (Chroogomphus rutilus), la seta de cardo (Pleurotus eryngii) o de chopo (Pleurotus ostreatus), la “barbuda” (Coprinus comatus) y el “parasol” (Macroplepiota procera).
También encontramos setas de interés gastronómico en los meses de primavera, algunas de ellas de gran importancia en el mundo de los fogones, especies tan exquisitas como la colmenilla o cagarria (Morchella conica y Morchella esculenta), los “orejones” (Sarcosphaera coronaria), las “patatas” o “criadillas de tierra” (Terfezia claveryi), etc. Aunque sin duda, la especie estrella es la trufa, especies pertenecientes al género Tuber spp que se crían a los pies de La Sagra, de forma subterránea formando asociaciones simbióticas (micorrizas) con diferentes especies vegetales de porte arbóreo como encinas o quejigos (Quercus faginea), y que debido a su forma hipogea se requiere de animales, normalmente perros adiestrados, para su localización y búsqueda.
En los últimos años se ha puesto en práctica el cultivo de la trufa en diferentes fincas de Puebla de Don Fadrique, para ello se cultivan encinas micorrizadas con micelios del hongo, de tal forma que al cabo de unos años dichas micorrizas generarán los preciados cuerpos fructíferos, que serán recolectados para su posterior comercio, lo que sin duda es un ejemplo de economía local utilizando un recurso micológico natural.
Es de destacar las jornadas micológicas que el Ayuntamiento comenzó a organizar en el otoño del año 2013, y que tienen como finalidad divulgar el conocimiento del mundo de las setas, así como su importancia para el medio ambiente y para el desarrollo turístico y económico del municipio. Dichas jornadas suelen celebrarse durante los últimos fines de semana del mes de octubre.