Un libro recoge las vivencias de vecinos de la Puebla

«La memoria amenazada», Un trabajo de antropología recoge los relatos de 38 personas nacidas entre 1912 y 1940, que han residido toda o parte de su vida en Puebla de Don Fadrique.

LA Memoria amenazada’ es una publicación que recoge el testimonio de 38 personas, hombres y mujeres mayores, del municipio de Puebla de Don Fadrique que han querido colaborar y contar a los autores de la publicación sus vivencias y recuerdos. Se trata de recoger en un libro la memoria sociocultural y las experiencias de gente del siglo pasado con el objeto de dejarla escrita y documentada. Es lo que técnicamente se llama ‘patrimonio inmaterial’ que abarca un conjunto de saberes acumulados durante generaciones que conciernen a todos los ámbitos de la vida de los protagonistas del libro.

Los autores de la publicación son Arturo Álvarez Roldán, Noelia Martínez Casanova y Sandra Martínez Rossi, quienes durante dos años han realizado el trabajo de campo, la posterior transcripción de los testimonios y redacción de la obra. Tras la publicación de la misma, parte de la memoria de Puebla de Don Fadrique ha sido recuperada y quedará para siempre en una publicación auspiciada por el propio Ayuntamiento y financiada en gran parte por el Grupo de Desarrollo Rural del Altiplano de Granada.

UN VIAJE AL PASADO

El director del trabajo, el profesor de Antropología Social de la Universidad de Granada, Arturo Álvarez, señala que ‘La Memoria amenazada’ es una invitación a viajar al reciente pasado social y cultural de los andaluces y españoles a través de los relatos de vida de treinta y ocho personas nacidas entre 1912 y 1940, que han residido toda o buena parte de su vida en Puebla de Don Fadrique, un municipio frontera con las provincias de Albacete, Murcia, Almería y Jaén.

En realidad fueron cuarenta los testimonios recogidos, pero dos vecinos, al final decidieron que sus recuerdos no se publicaran. No es fácil aún, el recoger este tipo de testimonios y menos en un pueblo donde muchas familias están entroncadas unas con otras y donde, a pesar de los años, todavía se pueden crear susceptibilidades, como de hecho ha ocurrido.

UN ABUELO CURA

Aunque estamos en el siglo XXI, no es fácil reconocer que se tuvo un abuelo cura. Que se llevó a la novia, porque sus suegros no lo aceptaban, que se había quedado embarazada… También se constata cómo las familias pudientes imponían bodas de conveniencia e impedían uniones, generalmente de mujeres de familias ricas, con personas de clase trabajadora. En otros casos ‘llevarse a la novia’ podía ser perseguido por la ley como rapto, sobre todo, si se el novio era de una posición social inferior a la novia.

Las vivencias de padres y abuelos en la Guerra Civil son testimonios muy interesantes. Como el que cuenta, Jesús Gómez García, de su padre. «A mí me ‘fabricaron’ al venir mi padre de la Guerra. Se acabó en el treinta y nueve y yo nací en el cuarenta. Mi padre estuvo en el frente, le dieron siete días de permiso y ya no volvió. Se escondió por aquí, donde podía, y por la noche acudía a comer a casa. Así estuvo un año hasta que se acabó la contienda.

Son 38 vivencias particulares, diferentes y muchas veces casi iguales entre si, ahora felizmente recuperadas en ‘La Memoria amenazada’ una iniciativa que se intento realizar en la comarca de Guadix aunque no se materializó.

DE FERROVIARIO A FOTÓGRAFO triphala

Otro de los testimonios es el de José Miguel López (1936) que trabajó como ferroviario en Suiza y se jubiló como fotógrafo ambulante. Sus recuerdos están cargado de anécdotas. Hijo de campesinos, dice que pasó hambre en la posguerra. Con 25 años se compró una cámara de fotos y se convirtió en fotógrafo ambulante, profesión de la que se jubiló en Puebla de Don Fadrique, aunque antes si vio en la necesidad de irse a Suiza para pagar una delicada operación a su mujer.

Vivencias y historias que, a partir de este libro, estarán a buen resguardo en la memoria colectiva de este pueblo.

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